Amanecer a la vida

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Amanece y se va la oscuridad, un poco de claridad nos recuerda que la mañana está aquí. Los miedos y temores se van para dar paso a un nuevo día; sin duda, se trata de nuevas esperanzas, para comenzar, seguramente para volverlo a intentar. Un día para vivir y dejarme sorprender. La oscuridad quedó atrás, amanece la vida. ¡Despierta! Estás en pleno amanecer, no importa la edad que tengas, hoy has amanecido con el nuevo día.

Alegrarse aún con problemas y preocupaciones, sonreír, aunque haya mil razones para llorar y tener esperanzas por el simple hecho de estar vivo, eso es ¡Amanecer a la vida! Gracias Señor por este día, por todo lo que me has dado y por lo que vendrá, mi sincero agradecimiento por darme el don más preciado: la vida. Toda tu creación me recuerda cuánto me amas y que todo tiene un propósito, hoy viviré este amanecer con amor y respeto, honrando la vida que comienza con este nuevo amanecer.

Decía un santo: “Un rayo de sol, es suficiente para ahuyentar miles de sombras” San Francisco de Asís. La vida nos da una nueva oportunidad cada vez que el sol se levanta en el horizonte, nuestra actitud es muy importante para valorar que tenemos una nueva oportunidad que significa iniciar una nueva tarea, un nuevo compromiso y un nuevo esfuerzo. Realizarlo con entusiasmo, alegría e ilusión. Dios, estás a mi lado, en mi trabajo, en mi cansancio, en mi entrega. Te doy las gracias por este nuevo amanecer, por este volver a empezar y por a tu lado caminar. Ayúdame a sembrar paz, amor optimismo a mi alrededor. Te pido por todos los que serán compañeros de camino, me encomiendo a tu bendición en este nuevo día. Es un tiempo para valorar, sin dejarnos agobiar por los problemas, se trata de nuestra vida que amanece, es la esperanza por dejar algo de bondad en nuestro mundo y para reparar los fallos que hemos cometido, buscar el amor de Dios nos inspira frente al alba, ese frío que poco a poco se va calentando con los rayos de sol.

Gracias Padre Eterno por esta oportunidad de vivir, por permitirme un día más demostrar que la fe y la fortaleza para afrontar cualquier situación contigo siempre es posible. Imitando la lentitud con la que amanece, así ejercito mi paciencia ante mi realidad, sea cual sea, lentamente amanece, yo también. Si apreciáramos la grandeza de un amanecer, nos daríamos cuenta de la creación en su más grande expresión, el nacimiento del sol es algo grande y único. Es la vida que comienza, es mi historia, es la oportunidad de cada ser viviente, así es amanecer a la vida. 

“Entonces brillará tu luz como la aurora y tus heridas sanarán en seguida, tu recto proceder caminará ante ti y te seguirá la gloria del Señor” Isaías 58,8

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