Cinco mujeres en la historia de un sismo

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Cinco mujeres en la historia de un sismo

En México hubo un antes y un después tras el terremoto del 19 de septiembre en 1985, en 2017, se reproduce un evento similar, que vuelve a sacudir a México. Así como en aquellos años de la Paloma, en estos de la Gaviota, también tendremos millones de historias para compartir.  Hoy en mi mente tengo “la película” de fuertes momentos de tensión de cuatro mujeres de quien tengo referencia y de cómo vivieron el momento de mayor angustia de su vida. 

Como cada mañana se despertaron, prepararon el desayuno, vieron partir a sus hijos o bien, ellas  mismas los llevaron a la escuela. Una de ellas salió a trabajar, otra fue de compras, otra más fue dejar el coche al taller, mientras que otra se quedó en casa.

A la 13:14 una empezaba a cocinar, la otra estaba en su trabajo, una más esperaba al reparación de su auto en el taller, mientras que la cuarta trabajaba desde su casa.  El movimiento impulsó, como a todos, a llamar o en su caso, a correr hacia sus hijos…  Una de ellas tuvo que caminar cuatro kilómetros con el objetivo claro de llegar hasta su hija, entre edificios que caían de un lado a otro de la calle, sin poder detenerse ante los gritos de gente desesperada; otra decidió abandonar su coche y correr con todas sus fuerzas, para llegar al kinder de su pequeño, con la esperanza de que estuviera en pie…mientras veía edificios colapsados y coches aplastados.

Aquella que esperaba, junto con su esposo, en el taller, también corrió hacia sus hijos, escuchando a su paso, la gente que gritaba que la escuela en donde estudiaban los niños, se había derrumbado…

Aquella que trabajaba desde casa, periodista, al ver que su departamento se venía abajo intentó salir, pero la puerta estaba bloqueada.  Sin poder salir, decidió narrar en un video, lo que estaba viviendo para dejarlo como legado a su familia, como su “último reportaje”. 

Valientes mujeres a cuyos cuerpos impulsó el amor, a pesar del miedo. Una llegó a abrazar a su hija, la otra a su hijo, la otra, después de imaginarse lo peor tras la mayor desesperación inimaginable, ante la escuela derrumbada, pudo recuperar a sus dos hijos con vida; mientras que un  vecino usando en hacha logró sacar a la cuarta mujer de su departamento, ilesa.

Estas historias, así como las más trágicas, las de los más pobres entre los pobres, los que perdieron todo, inspiraron a otras mujeres a prestar ayuda. Hay una  quinta mujer en esta historia, una que decidió viajar cargada de víveres hasta Oaxaca y fue detenida por criminales, agredida, golpeada y violada...

 

 

 

 

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