¡Gracias Editorial PPC, Rosario y Fresnillo!

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Corde Jesu

Mi corazón al recordar mi viaje experimenta una serie de emociones maravillosas y sentimientos de añoranza, he conocido dos lugares distintos en un par de días y fue “maratónico”, pues todo sucede muy rápido en tan poco tiempo.

Ser parte de la plataforma de PPC y compartir la conferencia “Valores en familia” sustentada en la Exhortación Apostólica sobre el amor en la familia Amoris Laettitia me ha dado grandes enseñanzas y enormes satisfacciones.

La Congregación de la Familia Corde Jesu me recibió en cada lugar y lo han hecho con tanto amor que me faltan palabras para expresar tanto agradecimiento.
Fue en Rosario, Sinaloa y Fresnillo, Zacatecas, las Hermanas religiosas me han hecho sentir en casa y también como parte de su comunidad.

A mi llegada al aeropuerto de Mazatlán surgió una anécdota, la Hermana que me estaba esperando le habían dicho que yo llegaría vestido con traje negro, información que no fue cierta y que a alguien se le ocurrió.

Por supuesto que viajar de traje no es muy práctico, casi siempre lo hago más cómodo, así que mi anfitriona estuvo observando a todos los pasajeros y ninguno de ellos fue vestido así. Fui yo quien se acercó a ella para preguntarle si estaba esperando a alguien con mi nombre.

El evento fue en el Templo de Nuestra Señora del Rosario, que estuvo a su máxima capacidad, el calor del lugar se transformó en calor humano pues la participación de los Rosarinos fue maravillosa.

Estuve en la tierra de Lola Beltrán, una de las más grandes exponentes de nuestra música mexicana, además conocí algunos lugares de interés y no faltaron las historias y leyendas que siempre son fascinantes, dicho sea de paso, las hermanas me compartieron que es tierra minera de oro y plata, la extracción de minerales les trajo gran éxito pero también muchos problemas.

Al finalizar fuimos a cenar y a compartir con algunas religiosas y laicos en un hermoso lugar, muy acogedor y un tanto exótico pues entre la vegetación propia del lugar y la cocina típica del lugar, que dicho sea estuvo ¡Deliciosa!

Llegó el momento de decir adiós y en cada despedida siempre e indudablemente mi corazón se rompe un poco, así es en este Ministerio, las despedidas suceden cuando todo va tan bien.

Muy temprano ya estaba volando rumbo a Zacatecas, pero esa historia la compartiré la siguiente semana…

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