La experiencia de Dios

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Dios

Es muy triste reconocer que actualmente Dios interesa a muy pocas personas, en su gran mayoría se limitan a definirlo desde múltiples ángulos, siempre en perspectiva y lejanía, en repetidas ocasiones es sólo un concepto.

Hubo un tiempo en el que toda ciencia era ciencia acerca de Dios; nuestro tiempo, por el contrario, se caracteriza por lo siguiente: saber sobre todas las cosas y cada una de las cosas y además una infinita cantidad de ellas y no saber, en cambio, nada de Dios. Hubo un tiempo en el que existía interés, pasión, por saber sobre Dios, por profundizar en su naturaleza, un tiempo en el que el espíritu no tenía ni encontraba descanso si no era enteramente en Dios.

Nuestro tiempo se ha desentendido de Dios al grado en el que se cuestiona todo de Él. Casi nunca se comparte la experiencia interna, personal, esa que transforma vidas, casi nadie habla del amor que surge de ese encuentro personal por el que se deja todo, tan sólo para seguirle. A Dios se le ama y siente, no se limita a una descripción o a creer sólo en su existencia, Dios inspira, sacude, angustia, tranquiliza, repara, rompe, levanta, provoca y espera. En lo sencillo, en lo humilde es cuando más se eleva a lo alto, así es la lógica de Dios. 

“Es el corazón el que siente a Dios y no la razón” Pascal.

Dios sensible al corazón, no a la razón, vivir la experiencia del amor más sublime nos deja sin palabras, en el terreno de la incomprensión. Es necesario compartir el amor de Dios por lo que ha hecho en nuestras vidas, por la forma en la que experimentamos el cambio que logra en nosotros, hoy en día no basta sólo con hablar de Dios, las personas han dejado de ser inspiradas por las definiciones y conceptos, por la teoría; me queda claro que debemos compartir la forma en la que el amor de Dios ha tocado nuestros corazones, con esa emoción que tienen los que conocen el antes y el después de vivir la experiencia más sublime.

En nuestra actualidad tenemos que dar a conocer que tan grande, que tan fuerte y humilde es Dios en nuestras vidas, tenemos grandes retos y debemos enfrentarlos en nuestro mundo, donde el conocimiento de Dios quedaba reservado a unos cuantos privilegiados como a los filósofos o a los sabios. Ya no es como en tiempos pasados, insisto, hoy las personas requieren conocer desde la experiencia, desde el enamoramiento y desde el encuentro personal con Dios. Todo cambia y debemos adaptarnos, sería maravilloso que pudiéramos experimentar a Dios.

“Nadie puede hablar de Dios y pensar sobre Él verdaderamente sino en cuanto Dios se lo revela”
Tomás de Aquino.

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