Se llevó a cabo en Huatulco y ha sido de las experiencias más representativas en este caminar y compartir. Percibí una coordinación impecable y es que la planeación se realizó desde un año atrás.
Todo aquí sucedió de una forma puntual y milimétrica, el evento en sí fue algo que me sorprendió por su exactitud, todo comenzó y terminó en lo planeado.
Los asistentes al congreso fueron en su mayoría mujeres, desde la jefa de sección hasta los asistentes cerca de un 98% y solo un 2% hombres.
Aprendizaje total, ya que todos los ponentes fueron de un gran nivel de conocimiento, cada una de ellos son referentes en sus áreas, valorados por sus compañeros y reconocidos en sus diferentes áreas de trabajo en el sector salud.
Aprendí y me adentré en temas como cateterismo, quemaduras, diálisis, derecho al servicio médico, empoderamientos y reconocimiento de la carrera en Licenciatura de Enfermería, igualdad en los servicios sanitarios, responsabilidad y cuidado en el trabajo de esta valiosa y necesaria profesión.
También tuve la oportunidad de dialogar con la Doctora Honoris Causa Luz Liliana González Ramírez, un ser humano excepcional y de una sabiduría impresionante.
Compartí con todos los ponentes y organizadores, fue un verdadero privilegio haber sido invitado a este congreso, un verdadero honor y una oportunidad que valoro sinceramente.
Días repletos de actividad y la experiencia la atesoro en mi corazón, agradeciendo enormemente la distinción de clausurarlo ¡Gracias!
Después de todas las actividades en la cena gala del congreso fui invitado por la jefa de sección a disfrutar del baile tradicional y bailé toda la noche porque les recuerdo que en el evento fuimos solo 2% de hombres. Aún me estoy reponiendo, pero cómo me divertí, me gusta mucho bailar.
Fue un ambiente maravilloso y de hermandad, alegría, reconocimiento y aprendizaje en Huatulco, Oaxaca.
Expreso mi reconocimiento a las enfermeras, quienes tienen un lugar muy especial en mi corazón.
Nos encontramos la próxima semana en este espacio de reflexión.